¿Quién dice que, por narices, tenemos que ser buen@s y generos@s en navidades?
Vale que, muchas veces por compromiso, haya que hacer regalos a los allegados pero… ¿por qué tienes que hacer un buen regalo a tu cuñad@ si durante el año se porta como un/a cabrón/ona contigo y te pone a parir en cuanto te das la vuelta?
¿Ya vas cayendo?
Eeeeso.
Regálale algo, sí, pero regálale algo malo, algo perverso, algo que le haga darse cuenta… de lo que realmente significa para ti, de lo poco que le quieres, de que se merece… lo peor.
Y puestos a regalar cosas malas ¿Qué mejor que regalar un libro malo como ENCUENTROS EN LA SÉPTIMA FASE?
¡Anda y que se joda! ¿No te parece?
¡Aaaay alma de cántaro! Ya estás tardando que te comen la tostada…
(Además con el beneficio del libro al autor le da para chutarse un cartón de vino blanco del Mercadona)
¡LOS COJONES TREINTA Y MAÑANA ARAR!
Perdón por el exabrupto. Si mi cuñado quiere el libro, que se lo compre él. Este me lo regalo yo. La colonia del carreful, no. Y como decía Locomía: Éste sí, ésta no, éste me gusta, me lo leo yo.
Ja,ja,ja
No se me había ocurrido que para joder se pudiera leer un libro jajajaja
Mío… sí, ja,ja,ja