DREAMS? II

Marta se recostó hacia el lado donde aquel extraño regalo de apolíneas formas había aparecido de la nada y se quedó quieta, sin saber qué hacer y algo nerviosa, expectante por ver qué iba a ocurrir a continuación.

Él la observaba con detenimiento y al parecer don deleite, con una mueca que semejaba ser una sonrisa, como si aquella situación le resultara de algún modo graciosa, aunque ahora no la miraba a los ojos, sino que su mirada intensa, desde sus profundos ojos de color avellana, iba explorando toda su cara, su nariz, su boca, su cuello… Sin saber cómo ni por qué Marta iba sintiendo un intenso calor en cada zona de su piel donde aquel hombre se detenía a mirar. Era como si de sus ojos surgieran una suerte de rayos que emitían un intenso calor. Aún no la había siquiera rozado y la mujer temblaba de pura excitación. Hacía tanto tiempo que nadie se molestaba en fijarse en ella…

Por eso cuando el extraño hombre se incorporó sobre su codo y con el dorso de la mano le acarició la mejilla dos chapetas rojas aparecieron en el rostro de la mujer fruto de una rápida subida de la temperatura en la zona. Marta se estremeció y en sus labios se percibió un ligero temblor. Estos se entreabrieron casi inapreciablemente y dejaron escapar un suspiro entrecortado que en seguida fue reprimido.

El hombre acarició el rostro de Marta con las yemas de sus dedos, con una suavidad y delicadeza que ella era incapaz de recordar en ninguna otra experiencia anterior con la que poder comparar las sensaciones. Pequeñas descargas eléctricas surcaban sus ojos, su nariz, sus orejas, sus labios, al paso de la suave pero experta mano del hombre que tenía en frente…

Marta comenzaba a respirar entrecortadamente mientras se dejaba hacer e iba ofreciendo poco a poco espacios nuevos de su piel para que él los fuera descubriendo lenta y dulcemente con sus dedos. Así llego al comienzo de su cuello del que no quedó un milímetro por explorar, con parsimonia, haciendo pequeñas piruetas con las yemas de los dedos que apenas rozaban la piel de la mujer, hasta que se toparon con el cuello del pijama de Marta, que impedía temporalmente el paso a aquella mano que la iba cubriendo de calor, de excitación y de deseo.

Con maestría inusitada, el hombre sacó la parte de arriba del pijama por la cabeza de Marta, que no opuso resistencia alguna. Nunca dormía con sujetador y gimió al sentir cómo la intimidad de sus pechos quedaba ahora impune, a la vista de aquel desconocido que la estaba llevando al paraíso solo a base de caricias. Liberados sus pechos Marta no pudo evitar que sus pezones se pusieran duros como una piedras mientras sentía la mano del hombre ahora adentrándose por territorio inexplorado, al menos inexplorado desde hacía tanto tiempo que la sensación era prácticamente nueva, como si aquello le estuviera ocurriendo por primera vez en su vida. Los dedos llegaron al inicio de sus senos y comenzaron a rodearlos con suaves movimientos concéntricos. Marta ya no se molestaba en reprimir ni en disimular sus suspiros y sus gemidos, que cada vez subían en intensidad porque cada vez era más intensa la excitación que la mujer sentía, con ligeros temblores de su cuerpo de cuando en cuando, cuando el calor, el que ella sentía en su interior se iba convirtiendo en ardor y poco a poco en un volcán que amenazaba con una brutal erupción. Un fuego bien encendido por aquel hombre del que Marta no quería saber absolutamente nada más que lo que en esos momentos le estaba ocurriendo. Poco a poco se dejaba arrastrar por la dictadura de sus sentidos y el mundo iba desapareciendo a su alrededor.

El hombre sonrió, esta vez más abiertamente. Hasta el momento no había pronunciado ninguna palabra.  Se colocó de rodillas frente a Marta y despacio, como si estuviera saboreando el momento acercó sus labios a los de la cada vez más excitada mujer, que cuando sintió su cálido y húmedo roce entreabrió su boca oferente…

….. CONTINUARÁ…..

Esta entrada fue publicada en Relatos medianos. Guarda el enlace permanente.

44 respuestas a DREAMS? II

  1. torpeyvago dijo:

    a) ¿Dónde venden la María esa? ¿Vale también para hombres hetero?
    b) ¿Has hablado últimamente con Valeria?
    c) Aquí hay tocino del «güeno, güeno»
    d) Lo erótico sólo resulta erótico si está bien escrito. Y esto resulta erótico…

  2. Óscar dijo:

    Y yo que sigo pensando que lo está soñando y se lo hace con el muñeco gigante que le tocó en la tómbola…

  3. marguimargui dijo:

    Y los buenorros de torsos apretados se venden?

  4. Valeria dijo:

    Qué bien te está quedando Macarrilla…

  5. antoncaes dijo:

    Sueños oníricos o sueños reales, no dejan de ser sueños y si lo acompañas con la María mejor que mejor. 🙂

  6. Coño quiero dos botes de esos ya

  7. Dioss…..cómo que continuará? Es que si no continúa….me dan los siete males. Dónde dices que venden la María esa?

  8. Esto está que arde.

Replica a Valeria Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.